
La BELLEZA de la VIDA RELIGIOSA
según la «Palabra de Dios»
y la «Tradición de la Iglesia»


Palabra de Dios
Antiguo Testamento
La consagración de Aarón y sus hijos..
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«Ungirás también a Aarón y a sus hijos para consagrarlos como sacerdotes míos» (Ex 30,30).
La Consagración a través del voto de nazireato..
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«El Señor habló a Moisés: “Di a los israelitas: Cuando un hombre o una mujer quiera hacer un voto especial al Señor, voto de nazireato, se abstendrá de vino y licor» (Nm 6,1-3).
Escucha hija, olvida la casa paterna..
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«Escucha, hija, mira, pon atención: olvida tu pueblo y la casa paterna, prendado está el rey de tu belleza; póstrate ante él, que es tu Señor» (Sal [44],11-12).
Bendición, Vida para siempre, para los hermanos que viven juntos..
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«¡Qué bueno, qué grato convivir los hermanos unidos! Es como ungüento exquisito en la cabeza, que baja por la barba; la barba de Aarón, que baja hasta el cuello de su vestimenta.. Pues allí envía el Señor su bendición: la vida para siempre» (Sal [132],1-2.3b).
La Fecundidad de la vida virginal
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«Canta de gozo, la estéril que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, la que no tenías dolores; porque la abandonada tendrá más hijos que la casada, dice el Señor» (Is 54,1).
Los celos del Señor por aquellos que le han consagrado su vida..
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«No toquen a mis ungidos, no maltraten a mis profetas» (Sal 105,15).
Nuevo Testamento
Promesa: 100 veces más ya ahora; sentarse en 12 tronos; Resurrección..
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«Entonces Pedro dijo: “Mira, nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido”. Les contestó: “Les aseguro que nadie que haya dejado casa o mujer o hermanos o parientes o hijos por el reino de Dios dejará de recibir mucho más en esta vida y en la edad futura recibirá la vida eterna”» (Lc 18,28-30).
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«Pedro entonces le dijo: “Mira, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús le contestó: “Todo el que deje casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campos por mí y por la Buena Noticia ha de recibir en esta vida cien veces más en casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y campos, en medio de las persecuciones, y en el mundo futuro la vida eterna”» (Mc 10,28-30).
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«Entonces Pedro le respondió: “Mira, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué será de nosotros?”. Jesús les dijo: “Les aseguro que en el mundo nuevo, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que por mí deje casas, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer o hijos, o campos, recibirá cien veces más y heredará vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y muchos de los últimos serán los primeros”» (Mt 19,27-30).
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«Los que viven en este mundo toman marido o mujer. Pero los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no tomarán marido ni mujer; porque ya no pueden morir y son como ángeles; y, habiendo resucitado, son hijos de Dios» (Lc 20,34-36).
La Castidad (Eunucos) para el Reino de los cielos..
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«Le dicen los discípulos: “Si ésa es la condición del marido con la mujer, más vale no casarse”. Y él les respondió: “No todos pueden con [este] camino; solamente aquellos que reciben tal don. Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, hay eunucos hechos eunucos por los hombres y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por el reino de los cielos. El que pueda entender que lo entienda”» (Mt 19,10-12).
Consagrarse al Señor es también consagrarse en la Verdad..
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«Por ellos me consagro, para que queden consagrados con la verdad.» (Jn 17,19).
Primer modelo de comunidad de vida fraterna y evangélica..
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«Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los apóstoles, y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Ante los prodigios y señales que hacían los apóstoles, un sentido de reverencia se apoderó de todos. Los creyentes estaban todos unidos y poseían todo en común. Vendían bienes y posesiones y las repartían según la necesidad de cada uno. A diario acudían fielmente e íntimamente unidos al templo; en sus casas partían el pan, compartían la comida con alegría y sencillez sincera. Alababan a Dios y todo el mundo los estimaba...» (Hch 2,42-47).
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«La multitud de los creyentes tenía una sola alma y un solo corazón. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían en común. Con gran energía daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y eran muy estimados. No había entre ellos ningún necesitado, porque los que poseían campos o casas los vendían, y entregaban el dinero a los apóstoles, quienes repartían a cada uno según su necesidad.» (Hch 4,32-35).
Sobre aquellos que han elegido la virginidad y siguen a Cristo..
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«El ruido que oí era como el de muchos arpistas tocando sus arpas. Cantan un cántico nuevo delante del trono, delante de los cuatro vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil rescatados de la tierra. Son los que no se han contaminado con mujeres y se conservan vírgenes. Éstos acompañan al Cordero por donde vaya. Han sido rescatados de la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no hubo mentira: son intachables» (Ap 14,2-5).
Enseñanza de la Iglesia Católica
Época Patrística
Ser como Ángeles..
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--- San Cipriano (Obispo y Doctor de la Iglesia; 210 - † 258): «Perseverando vírgenes y castas, os habéis hecho iguales á los ángeles del Señor» (CIPRIANO, Tratado I, Sobre el modo de vivir de las vírgenes).
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--- San Cirilo de Jerusalén (Obispo y Doctor de la Iglesia; 315 - † 387): «Ángeles que caminan por la tierra son los que guardan la pureza» (CIRILO de JERUSALÉN, "Catequesis" XII, no. 34).
Muchos eligen dar toda su vida a Dios..
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--- San Agustín de Hipona (Obispo y Doctor de la Iglesia; 354 - † 430): «Nadie se maravilla ya de tantos miles de jóvenes y vírgenes que, renunciando al matrimonio, abrazan la vida casta.. si son tan sin número quienes emprenden esta forma de vida, que, dejando las riquezas y los honores del siglo, se van llenando las islas antes desiertas y la soledad de muchos lugares por la afluencia de hombres de todas clases, deseosos de consagrar su vida al soberano Señor; si, finalmente, por las ciudades y aldeas, por los castillos y barrios y hasta por los campos y granjas privadas, tan manifiestamente se persuade y se anhela el retiro del mundo y la conversión al Dios único y verdadero, que diariamente el género humano, esparcido por doquiera, casi responde a una voz que tiene levantado el corazón, (vueltos a Dios)» (AGUSTÍN de HIPONA, "De la verdadera religión", III. 5).
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--- San Agustín de Hipona «Ahora te amo a ti solo, a ti solo sigo y busco, a ti solo estoy dispuesto a servir, porque tú solo justamente señoreas; quiero pertenecer a tu jurisdicción. Manda y ordena, te ruego, lo que quieras» (AGUSTÍN de HIPONA, "Los Soliloquios", no. 5).
La perseverancia en el celibato conduce a las alegrías celestiales..
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--- San Agustín de Hipona: «¡Adelante, pues, Santos de Dios.. varones y mujeres, célibes y vírgenes; adelante hasta el fin!.. Llevaréis a las bodas del Cordero un cántico nuevo.. No como el que canta toda la tierra.. sino un cántico como nadie podrá salmodiarlo, sino vosotros.. ciento cuarenta y cuatro mil santos que tañían sus citaras de inmaculada virginidad en el cuerpo e inviolada verdad en el corazón; y escribió de vosotros porque seguís al Cordero donde quiera que vaya. Y ¿a dónde irá este Cordero para que nadie ose seguirle ni pueda, sino vosotros? ¿A dónde pensamos que irá? ¿A qué bosques y praderas? Allí, creo, donde los brezos son gozos, no los gozos vanos de este siglo, ni las falaces locuras» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", no. 27).
La vida de la Persona Consagrada es un sacrificio a Dios..
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--- San Agustín de Hipona: «El hombre es verdadero sacrificio cuando está consagrado a Dios por el bautismo y está dedicado al Señor, ya que entonces muere al mundo y vive para Dios» (AGUSTÍN de HIPONA, en: “Oficio de Lectura” Viernes, XXVIII semana del Tiempo Ordinario).
El Señor recompensará a aquellos que practican la Continencia..
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--- San Agustín de Hipona «Necesitamos poseer la continencia y conocer que es un don divino.. Reprimir la libido, lo que es propio de la continencia.. Y no pase en silencio la finalidad por la que hemos de obrar así, pues dice a continuación: y seréis semejantes a aquellos que esperan a su Señor cuando venga de las bodas. Cuando viniere, nos premiará, pues nos contuvimos de lo que nos sugirió la carnalidad e hicimos lo que nos exigió la caridad, para que de ese modo reinemos en su perfecta y sempiterna paz, cuando ya rechacemos sin oposición alguna el mal y gocemos del bien con pleno solaz» (AGUSTÍN de HIPONA, "La continencia", VII. 17).
Época Medieval
Con el voto de virginidad María aplastó la cabeza de la serpiente..
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--- San Antonio de Padua (Fraile, Sacerdote y Doctor de la Iglesia; 1195 - † 1231): «A propósito se lee en el Génesis: “Ella te aplastará la cabeza, y tú acecharás su calcañar” (Gn 3,15). La bienaventurada María aplastó la cabeza, o sea, la raíz de la sugestión diabólica, cuando emitió el voto de virginidad» (Cfr. ANTONIO de PADUA, "Purificación de la Bienaventurada Virgen María (Primer Sermón)", II, 4).
Dejarlo todo: camino estrecho en esta vida, pero gran recompensa..
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--- San Antonio de Padua: «Pedro, “corredor ágil, que recorre sus caminos” (Jr 2,23), dice: “He aquí que nosotros lo hemos abandonado todo”. Pedro, te comportaste sabiamente, porque, cargado de pesos, no podías seguir al que corre. Poco antes, había oído que el Señor decía: “En verdad, les digo. Difícilmente un rico entrará en el reino de los cielos” (Mt 19,23). Y por eso, para entrar con facilidad, lo dejó todo. ¿Qué entiendes por “todo”? Las cosas exteriores y las interiores, o sea, lo poseído y la voluntad de poseer: lo hemos abandonado de tal manera que no nos quedó ni un residuo.. Dichosos aquellos religiosos, en los que estas cosas son destruidas, porque con razón podrán decir: “He ahí que nosotros lo hemos abandonado todo”. Miren a los apóstoles “que vuelan”. Se pregunta Isaías: “¿Quiénes son éstos que vuelan como las nubes y como las palomas a sus palomares?” (en latín, fenestra, ventanas) (Is 60,8). Las nubes son leves. Los apóstoles, abandonado el peso del mundo, ligeros, en las alas del amor, vuelan en pos de Jesús. Dice Job: "¿Conoces tú, quizás, los grandes caminos de las nubes y la ciencia perfecta?” (Job 37,16). Camino grande es abandonarlo todo: camino angosto durante la peregrinación de esta vida, pero grande en la recompensa. La ciencia perfecta consiste en amar a Jesús y caminar en pos de El. Este fue el camino y ésta fue la ciencia de los apóstoles, que como palomas volaron a sus ventanas o palomares» (Cfr. ANTONIO de PADUA, "Sermones Festivos, Conversión de San Pablo", I, 2).
La Dignidad de los Sacerdotes, aunque a veces persigan..
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--- San Francisco de Asís (Fraile, Diácono y Fundador de la Orden de los Frailes Menores; 1181/2 - † 1226): «Después, el Señor me dio y me da tanta fe en los sacerdotes que viven según la forma de la santa Iglesia Romana, por el orden de los mismos, que, si me persiguieran, quiero recurrir a ellos. Y si tuviera tanta sabiduría cuanta Salomón tuvo, y hallara a los pobrecillos sacerdotes de este siglo en las parroquias en que moran, no quiero predicar más allá de su voluntad. Y a éstos y a todos los otros quiero temer, amar y honrar como a mis señores. Y no quiero en ellos considerar pecado, porque discierno en ellos al Hijo de Dios, y son señores míos. Y lo hago por esto, porque nada veo corporalmente en este siglo del mismo altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo cuerpo y su santísima sangre, que ellos reciben y ellos solos administran a los otros» (Test 6-10).
Matrimonio con Cristo: Por Su amor, desechar todas las cosas vanas..
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--- Sobre Santa Catalina de Siena (Doctora de la Iglesia 1347 - † 1380): «Dado que por amor a mí - le dijo Jesús a Santa Catalina - rechazaste todas las cosas vanas y las huiste.. cómo te lo prometí, ¡te caso conmigo en la fe!» (VITTORIO PERI, "Caterina da Siena", Ediz. Velar 2004, p. 15 [nuestra traducción]).
En la humilde sumisión bajo la guía de un superior se encuentra la paz..
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--- Imitación de Cristo: «Es muy valioso saber obedecer, depender de otra persona y no ser uno su propio juez. Más seguro es depender que dirigir. Muchos están sometidos a la obediencia, más por necesidad que por amor: ellos tienen sufrimiento y con ligereza murmuran; nunca adquirirán libertad de criterio si no se someten sólo a Dios de todo corazón. Aunque corras de un lado para el otro jamás encontrarás quietud si no es en la humilde sujeción a un orden superior. Imaginar distintos lugares y cambios de vida a muchos engañó» (IMITACIÓN DE CRISTO, "Libro I", cap. IX, no. 1).
La vida religiosa hace parecer a ángeles..
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--- Imitación de Cristo: «Es gran honor y gran gloria servirte a Ti, y por ti despreciar lo demás. Recibirán gracia muy grande quienes se sometan espontáneamente a tu santísimo servicio. Encontrarán hermosísima consolación del Espíritu Santo quienes por amor a Tí rechacen los placeres sensuales. Conseguirán libertad de espíritu quienes en tu Nombre ingresen al camino difícil y desechen todo remedio mundano. ¡Grato y feliz servicio de Dios que hace al ser humano libre y santo de verdad!. ¡Sagrado estado de los religiosos que convierte a los hombres iguales a los ángeles, aplaca a Dios, atemoriza a los demonios, y es recomendable para los fieles!. ¡Servicio digno de ser abrazado y escogido, que promete el Sumo Bien y adquiere el gozo que permanece para siempre!». (IMITACIÓN DE CRISTO, "Libro III", cap. X, no. 5).
Época Moderna
La alabanza de los votos religiosos, conduce a la perfección Evangélica..
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--- San Ignacio de Loyola (Sacerdote y Fundador de la Compañía de Jesús; 1491 - † 1556): «Alabar votos de religión, de obediencia, de pobreza, de castidad y de otras perfecciones de supererogación. Y es de advertir que... el voto sea cerca las cosas que se allegan a la perfección evangélica» (IGNACIO de LOYOLA, "Ejercicios Espirituales", Reglas, no. 357).
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--- Santa Teresa de Ávila (Hermana Carmelita, Virgen y Doctora de la Iglesia; 1515 - † 1582): «¿Pensáis, hermanas, que es poco bien procurar este bien de darnos todas al Todo sin hacernos parte? Y pues en El están todos los bienes, como digo, alabémosle mucho que nos juntó aquí, adonde no se trata otra cosa sino de esto» (Santa TERESA de JESÚS, "Camino de Perfección", cap. 8, 1).
Obediencia, pobreza y castidad: los 3 medio para la perfección..
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--- San Francisco de Sales (Obispo y Doctor de la Iglesia; 1567 - † 1622): «Sólo la caridad nos eleva hasta la perfección, pero la obediencia, la castidad y la pobreza son los tres grandes medios para alcanzarla. La obediencia consagra nuestro corazón, la castidad nuestro cuerpo y la pobreza nuestros bienes, al amor y al servicio de Dios; son las tres ramas de la cruz espiritual, pero las tres fundadas en la cuarta, que es la humildad.. Si bien haciendo voto de estas virtudes, sobre todo, si el voto es solemne, llevan al hombre al estado de perfección». (FRANCISCO de SALES, "Filotea - Introducción a la vida devota", tercera parte, cap. XI).
La castidad hace que los hombres sean como ángeles..
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--- San Francisco de Sales: «La castidad es el lirio de las virtudes; ella hace a los hombres iguales a los ángeles; nada es bello sino por la pureza, y la pureza de los hombres es la castidad. La castidad se llama honestidad, y su profesión, honra; también se llama integridad, y su contrario, corrupción; resumiendo, ella tiene la gloria particular de ser la bella y blanca virtud del alma y del cuerpo» (FRANCISCO de SALES, "Filotea - Introducción a la vida devota", tercera parte, cap. XII).
Los tres votos religiosos, si se practican, conducen a la santidad..
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--- Santa Margarita María Alacoque (Religiosa; 1647 - † 1690): «Mi Divino Maestro.. cambió mucho en su modo de conducirse, poniéndome a la vista la belleza de las virtudes, y especialmente de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, y diciéndome que practicándolas se llega a ser santo. Hablábame así, porque le pedía en mis oraciones que me hiciese santa» (MARGARITA MARÍA ALACOQUE, "Autobiografía", no. 19).
Época Posmoderna
Santa Teresita, feliz de hacer sus votos en vista de la "Alegría Eterna"..
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--- Santa Teresita de Lisieux (Virgen y Doctora de la Iglesia 1873 - † 1897): «La aurora del gran día.. Desde la mañana del 8 de septiembre inundó mi alma un río de paz; embebida en esta paz, que excede a todo sentimiento, pronuncié mis santos votos. ¡Cuántas gracias pedí! Sintiéndome verdaderamente «reina» aproveché mi título para alcanzar todas las mercedes del Rey en favor de sus súbditos ingratos. A nadie olvidé; quería que aquel día se convirtieran todos los pecadores de la tierra, que no quedara en el purgatorio un solo cautivo.. Al finalizar aquel hermoso día, deposité sin tristeza ninguna mi corona de rosas, a los pies de la Virgen Santísima, según se acostumbra hacer. Estaba convencida de que el tiempo no se llevaría mi felicidad... ¡La Natividad de María! ¡Qué hermosa fiesta para venir a ser esposa de Jesús! La Virgencita recién nacida presentaba su florecita al Niño Jesús.. al contemplar aquella noche las hermosas estrellas del firmamento, pensando que pronto subiría al cielo para unirme a mi divino Esposo en el seno de la alegría eterna» (TERESA de LISIEUX, "Historia de un alma", cap. 8, nn. 4, 5, 6).18).
La vida sacerdotal es la mayor Misericordia que Dios hace a los hombres
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--- San Aníbal María de Francia (Sacerdote y Fundador de los Rogacionistas; 1851 - † 1927): «Cuando Dios quiere castigar a un pueblo con el máximo de los castigos lo priva de buenos sacerdotes, y esta es la mayor desdicha que puede tener una ciudad. Al contrario, la más grande entre las divinas misericordias es cuando el buen Dios envía los buenos trabajadores para la salud de las almas… que son edificadas, santificadas y conducidas a la vida eterna por medio de los buenos trabajadores» (ANÍBAL MARÍA de FRANCIA, "Escritos", vol. I, no. 12).
La Virginidad de la Vida Religiosa es también "un Sacerdocio"..
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--- San Aníbal María de Francia: «La virginidad casada con Dios con profesión religiosa es también un Sacerdocio, ¡es casi un Sacramento! El Sacerdocio mismo permanecería infructuoso en la Santa Iglesia sin esta poderosa cooperación» (ANÍBAL MARÍA de FRANCIA, "Palabras sobre el sacerdote", Folleto 33, no. 3).
“La penitencia más agradable es la vida común”
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--- San Maximiliano María Kolbe (Fraile, Sacerdote y Mártir; 1894 † 1941): «La penitencia más agradable a Dios es la vida común, es decir, la obediencia, la fidelidad a la regla; las demás Dios las quiere sólo en la medida en que están subordinadas a ella» (San MAXIMILIANO MARÍA KOLBE, SK 963, "Ejercicios espirituales", Roma 1913 [nuestra traducción]).
El Celibato sacerdotal es hacerse todo a todos y testimoniar la resurrección..
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--- Concilio Vaticano II (1962 - 1965): «Los alumnos que, según las leyes santas y firmes de su propio rito, siguen la venerable tradición del celibato sacerdotal, han de ser educados cuidadosamente para este estado, en que, renunciando a la sociedad conyugal por el reino de los cielos, se unen al Señor con amor indiviso y, muy de acuerdo con el Nuevo Testamento, dan testimonio de la resurrección en el siglo futuro, y consiguen de este modo una ayuda aptísima para ejercitar constantemente la perfecta caridad, con la que pueden hacerse todo para todos en el ministerio sacerdotal. Sientan íntimamente con cuanta gratitud han de abrazar ese estado no sólo como precepto de la ley eclesiástica, sino como un don precioso de Dios que han de alcanzar humildemente, al que han de esforzarse en corresponder libre y generosamente con el estímulo y la ayuda de la gracia del Espíritu Santo». (CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto sobre la formación sacerdotal "Optatam Totius", no. 10 [28 de octubre de 1965]).
"El estado religioso.. predice la futura resurrección y gloria"
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Concilio Vaticano II (1962 - 1965): «El cristiano, mediante los votos u otros vínculos sagrados —por su propia naturaleza semejantes a los votos—, con los cuales se obliga a la práctica de los tres susodichos consejos evangélicos, hace una total consagración de sí mismo a Dios, amado sobre todas las cosas, de manera que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por un título nuevo y especial.. Así, pues, la profesión de los consejos evangélicos aparece como un símbolo que puede y debe atraer eficazmente a todos los miembros de la Iglesia a cumplir sin desfallecimiento los deberes de la vida cristiana. Y como el Pueblo de Dios no tiene aquí ciudad permanente, sino que busca la futura, el estado religioso, por librar mejor a sus seguidores de las preocupaciones terrenas, cumple también mejor, sea la función de manifestar ante todos los fieles que los bienes celestiales se hallan ya presentes en este mundo, sea la de testimoniar la vida nueva y eterna conquistada por la redención de Cristo, sea la de prefigurar la futura resurrección y la gloria del reino celestial. El mismo estado imita más de cerca y representa perennemente en la Iglesia el género de vida que el Hijo de Dios tomó cuando vino a este mundo para cumplir la voluntad del Padre, y que propuso a los discípulos que le seguían. Finalmente, proclama de modo especial la elevación del reino de Dios sobre todo lo terreno y sus exigencias supremas; muestra también ante todos los hombres la soberana grandeza del poder de Cristo glorioso y la potencia infinita del Espíritu Santo, que obra maravillas en la Iglesia» (CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución Dogmática "Lumen Gentium", no. 44 [21 de noviembre de 1964]).
El Concilio Vaticano II confirma la actividad misionera de la vida religiosa..
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--- Concilio Vaticano II: «Los religiosos cuiden con atenta solicitud de que, por su medio, la Iglesia muestre de hecho mejor cada día ante fieles e infieles a Cristo, ya entregado a la contemplación en el monte, ya anunciando el reino de Dios a las multitudes, o curando a los enfermos y pacientes y convirtiendo a los pecadores al buen camino, o bendiciendo a los niños y haciendo bien a todos, siempre, sin embargo, obediente a la voluntad del Padre que lo envió.. Por lo cual, finalmente, el sagrado Sínodo confirma y alaba a los varones y mujeres, a los Hermanos y Hermanas que en los monasterios, o en las escuelas y hospitales, o en las misiones, hermosean a la Esposa de Cristo con la perseverante y humilde fidelidad en la susodicha consagración y prestan a todos los hombres los más generosos y variados servicios» (CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución Dogmática "Lumen Gentium", no. 46 [21 de noviembre de 1964]).
El estado de la vida consagrada, por su propia naturaleza, no es laical..
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--- Código de Derecho Canónico (1983): «El estado de vida consagrada, por su naturaleza, no es ni clerical ni laical». (CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO, can. 588 § 1).
La vida consagrada como signo para el mundo..
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--- San Juan Pablo II (Papa de 1978 a † 2005): «La vida consagrada, enraizada profundamente en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor, es un don de Dios Padre a su Iglesia por medio del Espíritu. Con la profesión de los consejos evangélicos los rasgos característicos de Jesús — virgen, pobre y obediente — tienen una típica y permanente «visibilidad» en medio del mundo, y la mirada de los fieles es atraída hacia el misterio del Reino de Dios que ya actúa en la historia, pero espera su plena realización en el cielo. A lo largo de los siglos nunca han faltado hombres y mujeres que, dóciles a la llamada del Padre y a la moción del Espíritu, han elegido este camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a Él con corazón «indiviso» (cf. 1Cor 7,34). También ellos, como los Apóstoles, han dejado todo para estar con Él y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de los hermanos. De este modo han contribuido a manifestar el misterio y la misión de la Iglesia con los múltiples carismas de vida espiritual y apostólica que les distribuía el Espíritu Santo, y por ello han cooperado también a renovar la sociedad.. Desde los primeros siglos de la Iglesia ha habido hombres y mujeres que se han sentido llamados a imitar la condición de siervo del Verbo encarnado y han seguido sus huellas viviendo de modo específico y radical, en la profesión monástica, las exigencias derivadas de la participación bautismal en el misterio pascual de su muerte y resurrección. De este modo, haciéndose portadores de la Cruz (staurophóroi), se han comprometido a ser portadores del Espíritu (pneumatophóroi), hombres y mujeres auténticamente espirituales, capaces de fecundar secretamente la historia con la alabanza y la intercesión continua, con los consejos ascéticos y las obras de caridad» (JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodal "Vita Consecrata", nn. 1, 6 [25 de marzo de 1996]).
El llamado de Dios y la respuesta del hombre para consagrarse..
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--- San Juan Pablo II: «La vocación - antes de llegar a ser un hecho interior en la persona, antes de revestir la forma de una elección y de una decisión personal - remite a una elección que ha precedido, por parte de Dios, a la elección y decisión humana. Cristo ya habló de esto a los Apóstoles durante el sermón de despedida: "No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros" (Jn 15,16)» (JUAN PABLO II, "Carta Apostólica a todas las personas Consagradas", no. 2 [22 de mayo de 1988]).
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--- San Juan Pablo II: «La vocación de una persona a consagrar toda su vida se pone en relación especial con la consagración de Cristo mismo por los hombres. Surge de la raíz sacramental del bautismo, que contiene en sí la consagración primera y fundamental de la persona a Dios. La consagración mediante la profesión de los consejos evangélicos - es decir, mediante los votos o las promesas - es un desarrollo orgánico de aquel comienzo que significa el bautismo. En la consagración está contenida la elección madura que se hace de Dios mismo, la respuesta esponsal al amor de Cristo. Cuando nos entregamos a Él de modo total e indiviso, deseamos "seguirle", tomando la decisión de observar la castidad, la pobreza y la obediencia según el espíritu de los consejos evangélicos. Deseamos asemejarnos a Cristo lo más posible, como formando nuestra propia vida según el espíritu de las bienaventuranzas del sermón de la montaña. Pero sobre todo deseamos tener la caridad, que compenetra todos los elementos de la vida consagrada y los une como un verdadero "vínculo de perfección" (cf. Col 3,14)» (JUAN PABLO II, "Carta Apostólica a todas las personas Consagradas", no. 3 [22 de mayo de 1988]).
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--- San Juan Pablo II (Papa de 1978 a † 2005): «Quienes entre los religiosos y las religiosas se dedican a la vida apostólica, la evangelización o las obras de caridad y de misericordia, tienen en María el modelo de la caridad hacia Dios y hacia los hombres. Siguiéndolo con generosa fidelidad sabrán dar una respuesta a las exigencias de la humanidad que sufre por la falta de certezas, de verdades, de sentido de Dios; y que está angustiada por las injusticias, las discriminaciones, las opresiones, las guerras y el hambre. Con María sabrán compartir la suerte de sus hermanos y ayudar a la Iglesia en la disponibilidad de un servicio para la salvación del hombre, que ella encuentra hoy en su camino». (JUAN PABLO II, "Carta Apostólica a todas las personas Consagradas", no. 4 [22 de mayo de 1988]).
Las comunidades religiosas: expresión elocuente del Amor de Dios..
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--- Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica: «El amor de Cristo ha reunido a un gran número de discípulos para llegar a ser un sola cosa, a fin de que en el Espíritu, como Él y gracias a Él, pudieran responder al amor del Padre a lo largo de los siglos, amándolo "con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas" (Dt 6,5) y amando al prójimo "como a sí mismos" (cf. Mt 22,39). Entre estos discípulos, los reunidos en las comunidades religiosas, mujeres y hombres "de toda lengua, raza, pueblo y tribu" (Ap 7,9), han sido y siguen siendo todavía una expresión particularmente elocuente de este sublime e ilimitado Amor. Nacidas "no del deseo de la carne o de la sangre" ni de simpatías personales o de motivos humanos, sino "de Dios" (Jn 1,13), de una vocación divina y de una divina atracción, las comunidades religiosas son un signo vivo de la primacía del Amor de Dios que obra maravillas y del amor a Dios y a los hermanos, como lo manifestó y vivió Jesucristo». (CONGREGACIÓN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA, La vida fraterna en comunidad. "Congregavit nos in unum Christi amor", no. 1 [2 de febrero de 1994]).
Los religiosos siguen al Señor de una manera especial..
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--- Papa Francisco (Papa desde 2013): «Desde los comienzos del primer monacato, hasta las actuales “nuevas comunidades”, toda forma de vida consagrada ha nacido de la llamada del Espíritu a seguir a Cristo como se enseña en el Evangelio (cf. Perfectae caritatis, 2).. La pregunta que hemos de plantearnos en este Año es si, y cómo, nos dejamos interpelar por el Evangelio; si este es realmente el “vademecum” para la vida cotidiana y para las opciones que estamos llamados a tomar. El Evangelio es exigente y requiere ser vivido con radicalidad y sinceridad. No basta leerlo (aunque la lectura y el estudio siguen siendo de extrema importancia), no es suficiente meditarlo (y lo hacemos con alegría todos los días). Jesús nos pide ponerlo en práctica, vivir sus palabras.. Espero que “despertéis al mundo”, porque la nota que caracteriza la vida consagrada es la profecía. Como dije a los Superiores Generales, «la radicalidad evangélica no es sólo de los religiosos: se exige a todos. Pero los religiosos siguen al Señor de manera especial, de modo profético». Esta es la prioridad que ahora se nos pide: “Ser profetas como Jesús ha vivido en esta tierra... Un religioso nunca debe renunciar a la profecía”.. Me dirijo, pues, a todo el pueblo cristiano, para que tome conciencia cada vez más del don de tantos consagrados y consagradas, herederos de grandes santos que han fraguado la historia del cristianismo. ¿Qué sería la Iglesia sin san Benito y san Basilio, san Agustín y san Bernardo, san Francisco y santo Domingo, sin san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Ávila, santa Ángela Merici y san Vicente de Paúl? La lista sería casi infinita, hasta san Juan Bosco, la beata Teresa de Calcuta. El beato Pablo VI decía: “Sin este signo concreto, la caridad que anima la Iglesia entera correría el riesgo de enfriarse, la paradoja salvífica del Evangelio de perder garra, la “sal” de la fe de disolverse en un mundo de secularización” (Evangelica testificatio, 3).. La vida consagrada es un don para la Iglesia, nace en la Iglesia, crece en la Iglesia, está totalmente orientada a la Iglesia. De aquí que, como don a la Iglesia, no es una realidad aislada o marginal, sino que pertenece íntimamente a ella, está en el corazón de la Iglesia como elemento decisivo de su misión, en cuanto expresa la naturaleza íntima de la vocación cristiana y la tensión de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo». (PAPA FRANCISCO, "Carta Apostólica a los consagrados", I,2; II,2; III,2; III,5 [21 de noviembre 2014]).
Datos Experienciales
Meditación
Con respecto a la "Sagrada" Licencia de Conducir del Cristiano B - C - D - E:
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Leer la siguiente parte de la “Sagrada” Licencia de Conducir del Cristiano: «LICENCIA B - C - D - E: es para el transporte de hombres y mujeres hacia el Paraíso. La obtienen los que “casan” los ideales de Cristo, dedicando “toda su vida” para la conversión y la salvación de las almas (dirigidas al infierno eterno); naturalmente la obtienen a través de oraciones y sacrificios de apostolado, (cf. Fátima 19/8/17) haciéndose así apóstoles de Jesús, y príncipes inmortales del Paraíso! (cf. Mt 19, 21.27-30)». (Fray Volantino Verde, "pro manuscripto", “Sagrada” Licencia de Conducir del Cristiano, 2002).
Testimonios
Vocaciones y llamados especiales..
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