La Gracia despierta a la adhesión de la Voluntad Divina
«La asamblea debe prepararse para encontrar a su Señor, debe ser "un pueblo bien dispuesto" (cf. Lc 1,17). Esta preparación de los corazones es la obra común del Espíritu Santo y de la asamblea, en particular de sus ministros. La gracia del Espíritu Santo tiende a suscitar la fe, la conversión del corazón y la adhesión a la voluntad del Padre. Estas disposiciones preceden a la acogida de las otras gracias ofrecidas en la celebración misma y a los frutos de vida nueva que está llamada a producir.» (CCE 1098).
El nacimiento de una nueva vida según la Voluntad del Señor..
«El Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación, (plena - Cfr. UNITATIS REDINTEGRATIO no. 3*), como lo es la Iglesia misma, a la que introduce el Bautismo.» (CCE 1277).
*véase --> sitio web del Vaticano
Cualquiera que se esfuerce por hacer la Voluntad de Dios puede ser salvado
«Los que padecen la muerte a causa de la fe, los catecúmenos y todos los hombres que, bajo el impulso de la gracia, sin conocer la Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por cumplir su voluntad, pueden salvarse aunque no hayan recibido el Bautismo [Cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, "Lumen Gentium", no. 16].» (CCE 1281).
El Señor escucha especialmente a aquellos que hacen Su Voluntad..
«“Si alguno [...] cumple la voluntad [...] de Dios, a ése le escucha” (Jn 9,31; cf 1Jn 5,14). Tal es el poder de la oración de la Iglesia en el Nombre de su Señor, sobre todo en la Eucaristía» (CCE 2827).