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Sfondo del paragrafo

¿CASARSE O CONSAGRARSE
TOTALMENTE AL SEÑOR?
Pasos introductorios para Discernir    la diferencia entre los dos estados de vida:

Esto es lo que dicen la Palabra de Dios y la Tradición

 

JESÚS: Sobre los hijos de este mundo y los hijos de la Resurrección

«Los que viven en este mundo toman marido o mujer (que no es pecado - cfr. 1Cor 7,38; Mt 1,20). Pero los que sean dignos de la vida futura y de la Resurrección de entre los muertos no tomarán marido ni mujer; porque ya no pueden morir y son como ángeles» (Lc 20,34-36).

 

JESÚS Y LOS DISCÍPULOS, Sobre la indisolubilidad del Matrimonio y los Eunucos

«"Les digo que quien se divorcia de su mujer – si no es en caso de concubinato – y se casa con otra, comete adulterio". Le dicen los discípulos: "Si ésa es la condición del marido con la mujer, más vale no casarse". Y él les respondió: "No todos pueden con [este] camino; solamente aquellos que reciben tal don. Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, hay eunucos hechos eunucos por los hombres y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por el reino de los cielos. El que pueda entender que lo entienda".» (Mt 19,9-12).

SAN PABLO: Los que no se casan pueden dar el doble de tiempo a Dios

(sin embargo, nadie prohíbe el matrimonio)

«Quiero que estén libres de preocupaciones, mientras el soltero se preocupa de los asuntos del Señor y procura agradar al Señor, el casado se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar a su mujer, y está dividido. La mujer soltera y la virgen se preocupan de los asuntos del Señor para estar consagradas en cuerpo y espíritu. La casada se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar al marido. Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un tropiezo, sino para que su dedicación al Señor sea digna y constante, sin distracciones. Si uno siente que se porta incorrectamente con su compañera virgen, que está en edad de casarse, de modo que hay que hacer algo, haga lo que crea conveniente y cásense, que no pecan» (1Cor 7,32-36).

            «El Espíritu dice expresamente que en el futuro algunos renegarán de la fe y se entregarán a espíritus engañosos y doctrinas demoníacas, seducidos por la hipocresía de impostores que tienen la conciencia marcada a fuego. Éstos prohibirán el matrimonio» (1Tim 4,1-3ss)

 

San JERÓNIMO: El matrimonio no está en el "mismo nivel" que la Virginidad..

«El litigio entre Joviniano y nosotros está en que él equipara la virginidad a las nupcias, y nosotros subordinamos las nupcias a la virginidad. El dice que la diferencia entre uno y otro estado es poca o ninguna; nosotros decimos que es grande. En fin, por obra tuya, después del Señor, ha sido condenado por haberse atrevido a comparar el matrimonio con la castidad perpetua.. No cabe término medio: o se acepta mi sentencia o la de Joviniano. Si se me censura porque pongo las nupcias por bajo de la virginidad, alábese al que las compara; pero, si ha sido condenado el que las tenía por iguales, su condenación es aprobación de mi obra» (San JERÓNIMO, "Carta Apologético a Pammaquio", Carta XLIX, no. 2, pp. 344-345).

 

SAN JERÓNIMO: Resumen sobre el Matrimonio y la Virginidad

«¡El matrimonio puebla el mundo, la virginidad puebla el Paraíso!» (San JERÓNIMO, "Idem" [nuestra traducción]).

 

SAN AGUSTÍN: Sobre la comparación entre los dos estados de vida, con la hiedra y los lirios..

«El huerto del Señor, hermanos, tiene - y lo reputo una y tres veces - no solo las rosas de los mártires, sino también los lirios de las vírgenes, la hiedra del matrimonio y las violetas de las viudas. En ningún modo, amadísimos, tiene que perder la esperanza de su vocación ninguna clase de hombres: Cristo padeció por todos. Con toda verdad está escrito de él: “Quien quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (Cfr. 1Tim 2,4)» (SAN AGUSTÍN, "Sermones", 304, no. 3.2).

 

CONCILIO de TRENTO: El estado conyugal no debe ser preferido a la Virginidad

«Si alguno dijere, que el estado del Matrimonio debe preferirse al estado de virginidad o de celibato; y que no es mejor, ni más feliz mantenerse en la virginidad o celibato, que casarse; sea excomulgado» (CONCILIO de TRENTO, Sesión XXIV, Can. X).

 

PAPA PÍO XII, Sobre un DOGMA que pocos conocen

«Esta doctrina, que establece.. las excelencias de la virginidad y del celibato sobre el matrimonio.. en el santo Concilio Tridentino fue solemnemente definida como Dogma de fe divina (Sesión XXIV, Can. X) y declarada siempre por unánime sentir de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia» (PAPA PÍO XII, Carta Encíclica "Sacra Virginitas", 1954).

CONCILIO VATICANO II, Dignidad del Matrimonio y Superioridad de la Virginidad

«Los alumnos (del Seminario) han de conocer debidamente las obligaciones y la dignidad del matrimonio Cristiano.. convénzanse, sin embargo, de la mayor excelencia de la virginidad Consagrada a Cristo, de forma que se entreguen generosamente al Señor, después de una elección seriamente premeditada y con entrega total de cuerpo y alma» (CONCILIO VATICANO II, Decreto "Optatam Totius", no. 10b).

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EN CONCLUSIÓN: lo que es bueno y lo que es mejor

«En conclusión, quien se casa con su compañera virgen hace bien, quien no se casa hace mejor» (1Cor 7,38).

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Si quieres profundizar en el tema,

sigue leyendo aquí a continuación..

Según la Palabra de Dios

y la Tradición de la Iglesia..

Palabra de Dios

  

Antiguo Testamento

La castidad consagrada más fructífera en Dios

  • «Canta de gozo, la estéril que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, la que no tenías dolores; porque la abandonada tendrá más hijos que la casada - dice el Señor -» (Is 54,1).

 

Felicidad y recompensa para la estéril y el eunuco fiel

  • «Feliz la mujer estéril que no se ha manchado que desconoce la unión pecaminosa: alcanzará su fruto el día del juicio. Feliz también el eunuco que no cometió delitos con sus manos ni tuvo malos deseos contra el Señor, por su fidelidad recibirá favores extraordinarios y un lote codiciable en el templo del Señor. Porque el que se preocupa por el bien obtiene frutos espléndidos; la prudencia es tronco inconmovible» (Sab 3,13-15).

Nuevo Testamento

 

Si quieres ser perfecto

  • «Jesús le contestó: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después sígueme”» (Mt 19,21).

 

Los hijos de este mundo se casan mientras que los hijos del otro no..

  • «Los (hijos) que viven en este mundo toman marido o mujer (que no es un pecado - cfr. 1Cor 7,38; Mt 1,20). Pero los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no tomarán marido ni mujer; porque ya no pueden morir y son como ángeles; y, habiendo resucitado, son hijos de Dios»

       (Lc 20,34-36).

 

Dar fruto al treinta, al sesenta al ciento por uno

  • «Y otros son lo sembrado en tierra fértil: escuchan la Palabra, la reciben y dan fruto al treinta o sesenta o ciento por uno» (Mc 4,20).

Si no saben cómo dominarse a sí mismos, se casan, lo cual es mejor que consumirse en pasión..

  • «Desearía que todos fueran como yo; sólo que cada uno recibe de Dios un don particular, a unos éste, a otros aquél. A los solteros y a las viudas les digo que es mejor que se queden como yo; pero si no pueden contenerse, que se casen: más vale casarse que vivir consumido en malos deseos». (1Cor 7,7-9).

Los que se casan pueden donar la mitad, los que no se casan pueden darlo todo..

  • «Quiero que estén libres de preocupaciones, mientras el soltero se preocupa de los asuntos del Señor y procura agradar al Señor, el casado se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar a su mujer, y está dividido. La mujer soltera y la virgen se preocupan de los asuntos del Señor para estar consagradas en cuerpo y espíritu. La casada se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar al marido. Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un tropiezo, sino para que su dedicación al Señor sea digna y constante, sin distracciones» (1Cor 7,32-35).

 

Quien se casa hace bien, pero quien no se casa hace mejor

  • «Quien se casa con su compañera virgen hace bien, quien no se casa hace mejor» (cf 1Cor 7,38).

     

La virginidad como primicia para Dios

  • «Son los que no se han contaminado con mujeres.. acompañan al Cordero por donde vaya. Han sido rescatados de la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero» (Ap 14,4).

         

Enseñanza de la Iglesia Católica

Época Patrística

 

Vale más ser virgen para el Reino de los Cielos..

  • --- San Ambrosio (Obispo y Doctor de la Iglesia, 339 - † 397): «¡La vida es corta y vale más proclamar el regreso de Cristo siendo vírgenes o célibes para el reino de los cielos, que casándose y engendrando hijos!» (Cfr. AMBROSIO de MILÁN, en MICHEL LEMONNIER, "Storia della Chiesa", Isg. 1981, 149 [nuestra traducción]).

     

Coronas más preciosas para aquellos que han practicado la castidad

  • --- San Cirilo de Jerusalén (Obispo y Doctor de la Iglesia; 315 - † 387): «Está apuntada la fidelidad de los matrimonios que la han observado debidamente; y está reseñada la continencia perfectamente vivida por amor a Dios. En esos balances, la primacía de las coronas la tiene la virginidad y la pureza; resplandecerás como un ángel» (CIRILO, "Catequesis 15", n. 23).

 

La virginidad es mucho más valiosa que el matrimonio

  • --- San Juan Crisóstomo (Obispo y Doctor de la Iglesia; 349 - † 407): «… creo que la virginidad es con mucho más estimable que el matrimonio, pero no por eso incluyo el matrimonio entre las cosas perversas; por el contrario, lo elogio.. ¿El matrimonio es un bien? Por eso la virginidad es admirable, porque es mejor que un bien, y es mejor en la misma medida en la que el capitán supera a los marineros y el general a los soldados ... ¿La virginidad es un bien? Estoy de acuerdo. Pero ¿es mayor que el matrimonio? También esto lo confirmo. Si lo deseas, señalo en qué medida es mayor: lo que es el cielo respecto a la tierra, lo que son los ángeles respecto a los hombres. Y si posible fuera decir algo más contundente, diría que es con mucho más grande todavía» (JUAN CRISÓSTOMO, "La Virginidad", caps. IX-X).

 

La Virginidad es superior al Matrimonio, como el oro a la plata

  • --San Jerónimo (Sacerdote y Doctor de la Iglesia, 347 - † 420): «Me censuran algunos que.. me excedí, ora en la loa de las vírgenes, ora en la difamación de las casadas. Dicen que es una especie de condenación del matrimonio ensalzar . hasta tal punto la virginidad.. Por mi parte, si recuerdo bien el problema, el litigio entre Joviniano y nosotros está en que él equipara la virginidad a las nupcias, y nosotros subordinamos las nupcias a la virginidad. El dice que la diferencia entre uno y otro estado es poca o ninguna; nosotros decimos que es grande. En fin, por obra tuya, después del Señor, ha sido condenado por haberse atrevido a comparar el matrimonio con la castidad perpetua.. No cabe término medio: o se acepta mi sentencia o la de Joviniano. Si se me censura porque pongo las nupcias por bajo de la virginidad, alábese al que las compara; pero, si ha sido condenado el que las tenía por iguales, su condenación es aprobación de mi obra. No me sorprende que hombres del siglo lleven a mal hallarse en grado inferior que las vírgenes; lo que me admira es que los clérigos y monjes y continentes no alaben lo mismo que hacen.. ¿O es que, novicio en las Escrituras y como quien ahora por vez primera revuelve los sagrados volúmenes, no supe guardar la línea y, como quien dice, el tenue hilo que separa la virginidad del matrimonio?.. "Pero tampoco censuramos las nupcias".. Sabemos que, en una gran casa, no sólo hay vasos de oro y plata, sino también de madera y barro y, sobre el fundamento de Cristo.. uno edifica oro, plata, piedras preciosas; otro por lo contrario, hierba, madera y paja. No ignoramos "las honradas nupcias y el lecho sin mácula" (cf. Heb 13,4). Leemos la primera sentencia divina: "Creced y multiplicaos y llenad la tierra" (Gn 1,28); pero de tal manera aceptamos las nupcias, que les anteponemos la virginidad.. ¿Acaso la plata no será plata porque el oro sea más precioso que la plata?.. ¿Quien así habla condena el matrimonio? Hemos llamado oro a la virginidad, plata al matrimonio. Hemos declarado que de la misma tierra y de la misma semilla se produce fruto de ciento, de sesenta y de treinta por uno, aunque hay mucha diferencia en el número. ¿Pues qué lector habrá tan inicuo que me juzgue no por mis dichos, sino por su propio parecer?.. Cristo virgen y María virgen consagraron para uno y otro sexo los principios de la virginidad.. ¿A qué viene engañarnos a nosotros mismos o irritarnos de que, ansiando constantemente la unión conyugal, se nos nieguen los premios de la castidad? Queremos comer opíparamente, gozar de los abrazos de nuestras esposas y reinar con Cristo..”» (JERÓNIMO, "Carta Apologético a Pammaquio", Carta XLIX, no. 2, pp. 344-347, 375).

 

El celibato puebla el paraíso..

  • --- San Jerónimo: «¡El matrimonio puebla el mundo, el celibato puebla el Paraíso!» (JERÓNIMO, "Carta contra Joviniano".. [nuestra traducción]).

 

Una gloria especial está reservada para aquellos que ofrecen el sacrificio de la castidad..

  • --- San Agustín de Hipona (Obispo y Doctor de la Iglesia; 354 - † 430): «Para entrar en la vida eterna es forzoso haber evitado o tener perdonados todos los pecados. Pero una vez allí hay una cierta e insigne gloria, que no se dará a todos los que han triunfado igualmente para siempre, sino a algunos; para gozar de ella no bastará haber sido librado de todos los pecados; será preciso haber consagrado al mismo libertador algo que no estuviera preceptuado como falta, pero que mereciera alabanza el hecho de consagrarlo y de cumplirlo.. Conozco qué es a lo que obliga la necesidad en este tiempo, que tiene esclavizado al matrimonio: obliga a que en las cosas de Dios se piense menos de lo que sería necesario para gozar de aquella gloria, que no será igual a todos los que lleguen a alcanzar la vida y la salud eternas. Una estrella difiere de otra estrella en claridad. Así acaecerá en la resurrección de los muertos. Por tanto, bueno es al hombre permanecer en este estado (casto)» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", no. 14).

 

  • --- San Agustín de Hipona: «Para que nadie juzgare que dos obras, una buena (Matrimonio) y otra mejor (Consagración), habían de ser iguales en premio.. ni condenamos como pecado al matrimonio ni igualamos su bien al de la continencia virginal y ni siquiera a la continencia de las viudas» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", no. 19).

     

  • --- San Agustín de Hipona: «Le dijeron los discípulos: “Si tal es la condición del hombre con la mujer, mejor es no casarse”. A los que El respondió: “No todos comprenden esta sentencia. Porque hay eunucos.. El que pueda entender, que entienda”. ¿Qué pudo decir con más veracidad y evidencia? Lo dice Cristo, lo dice la Verdad, lo dice la Virtud y la Sabiduría de Dios: que los que por un piadoso propósito se han abstenido de tomar mujer, se han hecho a sí mismos eunucos por amor del Reino de los Cielos. ¿Y pretende la humana jactancia afirmar con impía temeridad que los que esto hacen.. no han de tener una más cumplida recompensa en el Reino de los Cielos?.. ¿quién habrá tan opuesto en su locura, a la verdad que crea que.. eunucos obligados.. (se pueden) igualar en méritos con los casados..? ¿Habrá algún cristiano que contradiga a Cristo - que alabó a los que se hicieron eunucos a si mismos, no mirando a este siglo, sino por el Reino de los Cielos - y afirme que ello es útil para la vida presente, pero no para la futura?.. ¿Por qué no ha de llegar hasta esta insensatez su ciega jactancia? Y ¿podrá haber otra afirmación más descabellada?» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", nn. 23, 24).

  • --- San Agustín de Hipona: «Pues cuando dijo de los eunucos: Les daré en mi casa.. un lugar ilustre.. les daré un Nombre Eterno.. Como si dijera: ¿Qué quieres tergiversar, impía ceguera? ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué extiendes las nieblas de tu perversidad a la serenidad de la verdad? ¿Por qué buscas tinieblas insidiosas entre tanta claridad de las Escrituras?.. ¿Qué más buscas? ¿Qué más tienes que decir? Este Nombre Eterno.. significa indudablemente una cierta gloria, excelente, propia de los eunucos de Dios, y que no será común con muchos, aunque instalados todos en el mismo Reino y en la misma morada. Y tal vez se ha dicho nombre para distinguir de los demás a aquellos a quienes se ha dado» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", no. 25). 

                  

  • --- San Agustín de Hipona: «¡Adelante, pues, Santos de Dios.. varones y mujeres, célibes y vírgenes; adelante hasta el fin!.. Llevaréis a las bodas del Cordero un cántico nuevo.. No como el que canta toda la tierra.. sino un cántico como nadie podrá salmodiarlo, sino vosotros.. ciento cuarenta y cuatro mil santos que tañían sus citaras de inmaculada virginidad en el cuerpo e inviolada verdad en el corazón; y escribió de vosotros porque seguís al Cordero donde quiera que vaya. Y ¿a dónde irá este Cordero para que nadie ose seguirle ni pueda, sino vosotros? ¿A dónde pensamos que irá? ¿A qué bosques y praderas? Allí, creo, donde los brezos son gozos, no los gozos vanos de este siglo, ni las falaces locuras, ni aquellos gozos que tendrán en el reino de Dios los que no han sido vírgenes, sino unos gozos singulares, distintos de todos los otros. El gozo de las vírgenes de Cristo.. tras Cristo.. Los gozos singulares de las vírgenes de Cristo no serán como los de los no vírgenes, aunque también de Cristo. A cada uno los propios, pero a nadie semejantes a aquéllos.. seguid al Cordero, pues también es virgen su carne.. Que sigan también al Cordero los demás fieles que han perdido la virginidad del cuerpo; no donde quiera que fuere, sino hasta donde ellos puedan. Podrán seguirle a todas partes excepto cuando camina sobre la hermosura de la virginidad.. Mas he aquí que el Cordero avanza por el camino virginal; ¿Cómo le podrán seguir los que perdieron la virginidad y ya no podrán recuperarla?.. Seguidle, pues, vosotras custodiando con perseverancia lo que con ardor prometisteis. Obrad mientras podéis para que vuestro don no se pierda, pues una vez ajado, no podréis hacer que retorne. Os verá la restante multitud de fieles, que no puede seguir en esto al Cordero. Os verá, pero no os envidiará; se congratulará, porque aun puede tener en vosotras lo que no puede tener en ella. No podrá cantar aquel cántico nuevo, exclusivamente vuestro; pero podrá oírlo y deleitarse con nuestra excelente prerrogativa. Pero vosotras que lo cantaréis y lo escucharéis, que oiréis aquello mismo que cantáis, os alegraréis con más dicha y reinaréis más jubilosamente. Y de vuestro gozo ninguna tristeza vendrá a aquellos a quienes falta.. Los que tendrán menos: no os aborrecerán, pues donde no hay envidia, la diversidad es armoniosa» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", nn. 27, 28, 29).

          

  • --- San Agustín de Hipona: «Y los que todavía no habéis prometido, quienes pueden entender, que entiendan.. No te casarás.. Si eligen.. (esto), merecen alabanzas.. con aquél os invita a la generosidad, prometiéndoos muy más amplia recompensa. Recordad que tenéis lugar señalado dentro de sus muros mucho mejor que el de los hijos y las hijas. Pensad en aquel Nombre Eterno ¿Quién explicará la calidad de este Nombre? Pues sea lo que fuere, será eterno. Creyendo todo esto y esperándolo y amándolo habéis trascendido el matrimonio, no por juzgarlo como prohibido, sino elevándoos sobre lo lícito» (AGUSTÍN de HIPONA, "La Santa Virginidad", no. 30).                                                                                                                                    

¿Qué pasaría si todos eligieran la castidad?..

  • --- San Agustín de Hipona: «Ya sé que hay quienes no son de este parecer y que con sordina replican: "¿Y qué acontecería si los hombres todos se abstuvieran de toda unión conyugal? ¿Cómo podría subsistir el género humano?" Pluguiera a Dios que todos apetecieran aquel bien de la continencia, siempre que a ello fueran compelidos "por la caridad que nace de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida", porque así se completaría mucho antes la ciudad de Dios y se aceleraría más rápidamente el fin de los siglos.. en los tiempos que corremos deberían casarse solamente aquellos que no pueden guardar continencia» (AGUSTÍN de HIPONA, "Del bien del Matrimonio", no. 10).

 

¡El celibato es el sacrificio más perfecto!

  • --- San Agustín de Hipona: «Las vírgenes y los castos son las primicias de la Iglesia.. El celibato es el sacrificio más perfecto, es un don hecho por Dios» (Idem, en: "Messalino Sulla tua Parola", Shalom 2007, p. 32 [nuestra traducción]).

El que desea las divinas promesas se eleva al amor..

  • --- San León Magno (Papa de 440 a 461, y Doctor de la Iglesia) «Fugaz y caduco es el goce de los placeres terrenos, que intentan apartar del recto camino de la vida a los que han sido llamados a la eternidad. Más el ánimo fiel y religioso apetezca más bien las cosas celestiales, y con el deseo de las divinas promesas láncese al amor de los bienes imperecederos y a la consecución de la verdadera luz». (LEÓN MAGNO, "Sermón III", no. 3).

 

Época Medieval

 

Las vírgenes, colocadas en la parte alta de la Iglesia..

  • --- San Antonio de Padua (Sacerdote y Doctor de la Iglesia; 1195 - † 1231): «La buena tierra es la santa iglesia, o sea, el arca de Noé, que acoge en sí misma a los animales domésticos, a los hombres y a las aves. “Los animales domésticos“ simbolizan a los fieles casados, que se aplican a las obras de penitencia, dan su colaboración a los pobres y no perjudican a nadie. De ellos dice el Apóstol en la epístola de hoy: “En realidad, ustedes que son tan inteligentes, aguantan bastante bien a los locos. Les gusta ser esclavizados y explotados, robados, tratados con desprecio y abofeteados en la cara” (2Cor 11,19-20): éstos dan fruto del treinta por uno. “Los hombres” son figuras de los castos y llevan vida activa: éstos son verdaderos hombres, porque usan la recta razón. Ellos se someten a la fatiga de la vida activa, se exponen al peligro por el prójimo, predican la vida eterna con la palabra y con el ejemplo, vigilan sobre sí mismos y sus súbditos. Estos, como añade el Apóstol, están envueltos “en las fatigas y en los quebrantos, en frecuentes velas, en el hambre y en la sed, en prolongados ayunos, en el frío y en la desnudez” (2Cor 11,27): éstos dan fruto del sesenta por uno. “Las aves”, colocadas en un sector superior del arca, simbolizan a las vírgenes y a los contemplativos que, casi elevados al cielo sobre las alas de las virtudes, contemplan “al Rey en su esplendor” (Is 33,17). Estos, no diría en el cuerpo sino en el espíritu, son arrebatados en la contemplación hasta el tercer cielo (cf. 2Cor 12,2), contemplando con la agudeza de su mente la gloria de la Trinidad, donde oyen con el oído del corazón “aquellas cosas que no pueden ser expresadas con palabras” (2Cor 12,4), ni ser comprendidas con la mente: éstos son los que dan fruto del ciento por uno». (cfr. ANTONIO de PADUA, "Sermones", Domingo de Sexagésima, no. 12).

Cómo Francisco fue seducido por la más bella Novia..

  • --- Sobre San Francisco de Asís (Fundador de la Orden de los Frailes Menores; 1181/2 - † 1226): «Cierto día en que había invocado la misericordia del Señor hasta la hartura, el Señor le mostró cómo había de comportarse. Y tal fue el gozo que sintió desde este instante, que, no cabiendo dentro de sí de tanta alegría, aun sin quererlo, tenía que decir algo al oído de los hombres. Mas, si bien, por el ímpetu del amor que le consumía, no podía callar, con todo, hablaba con mucha cautela y enigmáticamente.. aseguraba que no quería marchar a la Pulla y prometía llevar a cabo nobles y grandes gestas en su propia patria. Quienes le oían pensaban que trataba de tomar esposa, y por eso le preguntaban: "¿Pretendes casarte, Francisco?" A lo que él respondía: "Me desposaré con una mujer la más noble y bella que jamás hayáis visto, y que superará a todas por su estampa y que entre todas descollará por su sabiduría (es decir, Nuestra Señora [dama] Pobreza)"» (1Cel 7; cfr. 2Cel 215).

  • --- «Y así.. se le muestra en visión un suntuoso palacio, en el cual ve provisión abundante de armas y una bellísima esposa. Francisco es llamado por su nombre en sueños y alentado con la promesa de cuanto se le presenta. Con el objeto de participar en lances de armas, intenta marchar a la Pulla (cf. LM 1,3), y, preparados con exageración los arreos necesarios, se apresta a conseguir los honores de caballero. El espíritu carnal le sugería una interpretación carnal de la visión anterior, siendo así que en los tesoros de la sabiduría de Dios se escondía otra mucho más excelente» (2Cel 6).

 

Francisco ayudó a Santa Clara a preferir el Matrimonio eterno con Cristo..

  • --- Sobre Santa Clara de Asís (Fundadora de las Clarisas; ca. 1193 - † 1253): «El padre Francisco la exhorta (a Clara) al desprecio del mundo; demostrándole con vivas expresiones la vanidad de la esperanza y el engaño de los atractivos del siglo, destila en su oído la dulzura de su desposorio con Cristo, persuadiéndola a reservar la joya de la pureza virginal para aquel bienaventurado Esposo a quien el amor hizo hombre.. A instancias del santísimo padre, que actuaba hábilmente como fidelísimo mensajero, no retardó su consentimiento la doncella. Se le abre entonces la visión de los goces celestes, en cuya comparación el mundo entero se le vuelve despreciable, cuyo deseo la hace derretirse de anhelos, por cuyo amor ansía las bodas supremas. Y así, encendida en el fuego celeste, tan soberanamente despreció la vanagloria terrena, que jamás nada de los halagos mundanos se pegó a su corazón. Aborreciendo igualmente las seducciones de la carne, decidió ya desde ahora no conocer lecho de pecado (Sab 3,13), deseando hacer de su cuerpo un templo consagrado a Dios y esforzándose por hacerse merecedora de las bodas con el gran Rey» (LCl 5-6).

Clara elogió a Inés de Praga por haber preferido casarse con Cristo..

  • --- Santa Clara de Asís a Santa Inés de Praga: «Cuando vos hubierais podido disfrutar más que nadie de las pompas y honores y dignidades del siglo, desposándoos legítimamente con el ínclito Emperador con gloria excelente.. vos habéis elegido más bien, con entereza de ánimo y con todo el afecto de vuestro corazón, la santísima pobreza y la penuria corporal, tomando un esposo de más noble linaje, el Señor Jesucristo.. Cuando lo amáis, sois casta; cuando lo tocáis, os volvéis más pura.. Su poder es más fuerte, su generosidad más excelsa, su aspecto más hermoso, su Amor más suave y toda su gracia más elegante» (CtaCla1).

 

El beato Conrado Confalonieri y su ex esposa eligieron consagrarse

  • --- Sobre el Beato Conrado Confalonieri (Ermitaño, Terciario Franciscano; ca. 1290 - † 1351): «El suceso (lo del incendio) les llevó a reflexionar seriamente y ambos (Conrado y su esposa Juanita) llegaron a la conclusión de que aquello había sido providencial. Repartieron, pues, entre los pobres lo poco que les quedaba y, en tanto que la esposa de Conrado tomó el velo en un convento de Clarisas Pobres (en Piacenza), éste vistió (en el año 1315, dos años después del incendio) el hábito de peregrino e ingresó en una comunidad de ermitaños que seguían la regla de la tercera orden de San Francisco» (Alban Butler teólogo, "San Conrado de Piacenza", en:*, [Viernes, Febrero 19, 2021]).

       *véase --> sitio web de la Diócesis de Ciudad Obregón

Época Moderna

 

Excomulgado será quien dirá que la vida matrimonial es superior a la vida virginal..

  • --- Concilio de Trento (de 1545 a 1563): «Si alguno dijere, que el estado del Matrimonio debe preferirse al estado de virginidad o de celibato; y que no es mejor, ni más feliz mantenerse en la virginidad o celibato, que casarse; sea excomulgado» (CONCILIO de TRENTO, Sesión XXIV, Can. X).

           

Alabase la vida religiosa más que el matrimonio..

  • --- San Ignacio de Loyola (Sacerdote y Fundador de la Compañía de Jesús; 1491 - † 1556): «Alabar mucho religiones, virginidad y continencia, y no tanto el matrimonio como ninguna de estas» (IGNACIO de LOYOLA, "Ejercicios Espirituales", Reglas, no. 356).

 

Diferencia entre el amor humano y el amor divino..

  • --- San Alfonso María de Ligorio (Obispo y Doctor de la Iglesia; 1696 - † 1787): «Piense bien cual sea para usted el partido más ventajoso y el que le haga más feliz y dichosa, si el tener por esposo a un hombre del mundo, o a Jesucristo, Hijo de Dios y Rey del Cielo; vea cuál de los dos le parece mejor, y elija entre ambos. Trece años tenía la virgen SANTA INÉS cuando, por su extremada belleza, se vio pretendida de muchos jóvenes, entre los cuales se encontraba el hijo del Prefecto de Roma; mas ella, dirigiendo una mirada a Jesucristo, que la quería para sí, contestó: "He hablado a un esposo mejor que tú y que todos los reyes de la tierra; justo es que no lo cambie por otro". Y en efecto, antes que consentir en cambio tan desigual, prefirió gustosa perder la vida, en tan temprana edad, muriendo mártir por amor de Jesucristo. La misma respuesta dio la virgen SANTA DOMITILA al Conde Aurelio, gran señor de Roma, y antes que abandonar a Jesucristo prefirió ser martirizada y quemada viva. ¡Cuán alegres y gozosas estarán ahora en el Cielo y lo estarán por toda la eternidad estas santas vírgenes por haber hecho tan buena elección! Suerte tan feliz y dichosa tiene el Señor deparada a todas las doncellas que por entregarse a Jesucristo han abandonado el mundo. Examine, pues, las consecuencias que se han de seguir de la elección que usted haga entre el mundo y Jesucristo. El mundo le ofrece los bienes de la tierra: honores, riquezas, placeres, pasatiempos. Jesucristo, por el contrario, le presenta azotes, espinas, oprobios, cruz; que éstos fueron los bienes que disfrutó mientras vivió en el mundo. Pero en cambio, Jesucristo le ofrece dos inapreciables bienes que no puede darle el mundo, a saber: la paz del corazón en esta vida y el paraíso en la otra» (ALFONSO MARÍA de LIGORIO, "La Vocación Religiosa", cap. II, no. II. Avisos a una joven que vacila acerca del estado que ha de elegir).

 

Los cónyuges corren el riesgo de encontrarse con un corazón dividido..

  • ​--- San Juan de la Cruz (Sacerdote y Doctor de la Iglesia; 1540/2 - † 1591) «Pues gozarse de la mujer o del marido, cuando claramente no saben que sirven a Dios mejor con su casamiento, también sería vanidad. Pues antes debían tener confusión por ser el matrimonio causa, como dice san Pablo, de que por tener cada uno puesto el corazón en el otro, no le tengan entero con Dios. Por lo cual dice: Que si te hallases libre de mujer, no quieras buscar mujer; pero que ya que se tenga, conviene que sea con tanta libertad de corazón como si no la tuviese (1Cor 7,27)» (JUAN DE LA CRUZ, "Subida al Monte Carmelo", Libro III, cap. 18,6)​.

 

Época Posmoderna

 

Diferentes Grados de perfección..

  • --- Santa Teresita de Lisieux (Virgen y Doctora de la Iglesia 1873 - † 1897): «Comprendía que en la santidad hay muchos grados de perfección, y que el alma es libre de responder como quiera a las insinuaciones de Nuestro Señor, de hacer poco o mucho por su amor; en una palabra: que puede escoger entre los sacrificios que El pide» (TERESA de LISIEUX, "Historia de un alma", cap. 1, no. 24).

     

Santa Teresita no se abandonó al amor de las criaturas..

  • --- Santa Teresita de Lisieux: «¿Dónde está, pues, mi mérito por haberme librado de esas frágiles ligaduras (el amor de las criaturas), puesto que únicamente un dulce efecto de la misericordia de Dios me preservó de ellas?» (TERESA de LISIEUX, "Historia de un alma", cap. 4, no. 26).

La superioridad de la vida Consagrada sobre el matrimonio es DOGMA DE FE..

  • --- Pío XII (Papa de 1939 a 1958): «Esta doctrina, que establece.. las excelencias de la virginidad y del celibato sobre el matrimonio.. en el santo Concilio Tridentino fue solemnemente definida como Dogma de fe divina y declarada siempre por unánime sentir de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia». (PAPA PÍO XII, Carta Encíclica "Sacra Virginitas", cap. II [25 de marzo de 1954]).

                                                                               

El propósito principal de la virginidad cristiana: Agradar a Dios en todo..

  • «Este es por lo tanto el fin primordial y la razón principal de la virginidad cristiana: el tender únicamente hacia las cosas divinas, empleando en ellas alma y corazón, el querer agradar a Dios en todas las cosas, pensar sólo en El, consagrarle totalmente cuerpo y alma. De este modo interpretaron siempre los Santos Padres las palabras de Jesucristo y la doctrina del Apóstol de las gentes: desde los primitivos tiempos de la Iglesia entendieron ellos la virginidad como una consagración del cuerpo y del alma a Dios». (PAPA PÍO XII, Carta Encíclica "Sacra Virginitas", cap. I [25 de marzo de 1954]).

 

Que los seminaristas sepan que la Virginidad es superior al Matrimonio

  • --- Concilio Vaticano II (1962 - 1965):   «Los alumnos (del Seminario) han de  conocer debidamente las obligaciones y la dignidad del matrimonio Cristiano que simboliza el amor entre Cristo y la Iglesia (cfr. Ef 5,22-23); convénzanse, sin embargo, de la mayor excelencia de la virginidad consagrada a Cristo, de forma que se entreguen generosamente al Señor, después de una elección seriamente premeditada y con entrega total de cuerpo y alma» (CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto sobre la formación sacerdotal "Optatam totius", no. 10 [28 de octubre de 1965]).

                                                        

Superioridad de la virginidad sobre el matrimonio

  • --- Juan Pablo II (Papa de 1978 a 2005): «En la primera Carta a los Corintios (7,38) el apóstol anuncia la superioridad de la virginidad sobre el matrimonio - doctrina constante de la Iglesia según las palabras de Cristo, como leemos en el Evangelio de San Mateo (19,10-12) -» (JUAN PABLO II, Carta Apostólica "Mulieris Dignitatem", 15 de agosto de 1988, no. 22)

Sin virginidad la Iglesia no es ya Iglesia..

  • --- Benedicto XVI (Papa de 2005 a 2013): «Sin virginidad.. la Iglesia no es ya Iglesia; se hace intrascendente sumergiéndose en la historia» (Cfr. Card. Joseph Ratzinger, en V. MESSORI, "Informe sobre la fe" cap. VIII).

 

No se diga que el matrimonio es superior o igual a la vida consagrada

  • --- Papa Francisco (Papa desde 2013): «Sólo la confesión y la petición de Misericordia liberan del pecado que contamina los corazones y el mundo, y no debe decirse que el matrimonio es superior o igual a la vida consagrada que es el cien por cien de la vida dada a Dios» (PAPA FRANCISCO, Carta al Penitenciario Mayor, Cardenal M. Piacenza, 22 de diciembre de 2015 [nuestra traducción]).

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